"A arte de recusar um romance"
Muito bom esse livro, elencando diferentes formas de um
editor recusar a publicação de um romance. Está em espanhol. Poderia traduzir e
oferecer para um editor, mas aí...
Maternal
¡Ay, mi niño! Acabo de terminar de leer
el manuscrito que me enviaste. ¿Cómo decírtelo sin lastimarte? Me siento torpe
y detesto esta clase de situaciones, pero no tengo elección, debo informarte
que no hemos seleccionado tu manuscrito para publicarlo. Por favor, no lo
tomes como una derrota, y aún menos como una reprimenda del ambiente literario.
Pero tienes que pensar en realizar un trabajo de escritura serio. Esta es tu
debilidad más grande. La originalidad, la psicología de tus personajes e
incluso tu relato, todo eso está muy bien, funciona. Es una historia de amor
clásica y los ingredientes están bien dosificados. Lo único que te falta, y se
nota mucho, es el trabajo de acabado. Te lo digo con todo el afecto de alguien
que desea tu bien. No sé qué edad tienes, pero estoy seguro de que aún estás a
tiempo de aprender tu oficio. No has perdido nada. Y la literatura, como tú
mismo no tardarás en saberlo, puede ser despiadada con una primera novela.
Como solía decir mi vieja tía Armande, que era bibliotecaria: no hay malos
escritores, sólo libros malos.
Ánimo y muéstranos de lo que eres
capaz. Ponte a trabajar, tienes talento para triunfar, estoy convencido de
ello. Un abrazo y te deseo el mejor de los éxitos.
De alguien que desea tu bien.
Gastronómico
Señor:
Acabamos de terminar la degustación
del manuscrito que usted nos ha servido. Antes de levantarnos de la mesa en el
momento en que la cocción está, por así decir, a punto, deseamos comunicarle
nuestras impresiones. Mejor será decírselo ahora mismo: nos hemos quedado con
hambre. Hemos de decirle, a riesgo de herirlo, que la consistencia de la prosa
que hemos probado no es la que nos gusta. En otras palabras, el texto que usted
nos ha preparado no ha quedado del todo bien. No es que su relato sea
indigesto, pero la verdad es que adolece de una falta de sabores. Para cocinar
una historia que los lectores vayan a devorar página tras página es preciso
conocer el arte de la condimentación.
Una buena novela debe contener al
menos un personaje maduro, con un físico consistente, y una heroína
preferentemente un poco verde. Una cascarita de erotismo es un ingrediente
indispensable para hacer que a los corazones tiernos se les haga la boca agua.
Añada una generosa ración de buenos sentimientos sobre los cuales echará una
espesa salsa de imprevistos. Cúbralo todo y deje reposar el relato cierto tiempo.
Después, con un poco de distancia, vuelva a leerlo desde el principio para
saber si está bien cocido. Ésta es la receta del éxito.
Buen provecho y hasta la próxima.
Sarcástico
Señor:
Nos sentimos muy felices de que haya
pensado en nosotros para publicar. Nos cuesta reprimir la necesidad de
comunicarle nuestras impresiones. Si la calidad de su manuscrito sólo tiene
parangón con la estima que usted profesa a nuestra casa, no puedo ni imaginarme
la suerte que reserva a los que desprecia. De verdad, no hay que ser tímido. En
cuanto tenga algo terminado, envíenoslo. Nuestro comité de lectura se muere de
impaciencia por volver a sumergirse en otra de sus «obras maestras». Esperemos
que la próxima vez nos proponga una saga interminable. O, mejor, escriba la
continuación de En busca del tiempo perdido. Haga que el placer dure,
nuestro equipo se sentirá dichoso. Los mantendrá ocupados durante meses. Ahora
que lo pienso, no se preocupe por las correcciones. Las faltas de ortografía,
los errores gramaticales, la sintaxis que deja mucho que desear: no se
preocupe, haremos lo necesario. ¿Por qué no? Nuestra correctora estará
encantada de quemarse las pestañas descifrando su dialecto, le servirá de
práctica.
Ahora, escúcheme bien. Si puede
tomarse unos segundos de su precioso tiempo y consultar nuestro catálogo,
comprenderá quizá que no tenemos un minuto para perder con su novela
edulcorada. Háganos el favor de no volver a enviarnos nunca nada más. Usted es
un caradura, pero todo tiene su límite.
¡Es increíble que a alguien se le
ocurra molestar a las personas serias con un manuscrito que no vale nada!
Necrología
Señor:
Con honda tristeza deseamos
anunciarle la desaparición de toda esperanza de ver publicado el manuscrito
que usted nos había sometido para su evaluación. Tras un largo y valeroso
combate con nuestro comité de selección, su texto, agotado, ha sucumbido
lentamente y con gran serenidad. Deseamos expresarle nuestras más sinceras
condolencias. Su manuscrito deja enlutada una carrera sin terminar, un futuro
improbable y un éxito más que modesto. Fue precedido por la muerte de una obra
de teatro, un poemario, seis cuentos eróticos y tres textos que jamás serán
publicados.
Le reiteramos nuestras condolencias
y le deseamos la dignidad necesaria para atravesar esta difícil prueba.
Puede expresar su pésame realizando
un donativo a una biblioteca pública de su elección.
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